MINERALES NUESTROS MARAVILLOSOS ALIADOS

Una de las derivaciones más tempranas del movimiento de conciencia que estamos experimentando a nivel planetario, ha sido la incorporación de los cristales a la vida cotidiana.
Todos, de alguna manera, los "usamos". Tenemos cristales en casa, en la oficina, usamos cristales como amuleto, los llevamos en el monedero. Hemos escuchado alguna de sus propiedades, otras hemos leído algún artículo sobre ellas en una pagina en Internet, y hasta es posible que hayamos hecho algún curso sobre su aplicación.
Sin embargo, ¿qué sabemos sobre su espíritu y conciencia? ¿Alguna vez nos preguntamos si ellos experimentan algo cuando trabajan con nosotros? ¿Alguna vez se nos ocurre qué tal vez ellos puedan estar, como nosotros, cansados, estresados o tensionados?

Desde la perspectiva materialista en donde todo lo que se puede medir es una "cosa", y las "cosas" no sienten ni tienen conciencia, evidentemente, la respuesta es no. Pero los pueblos originarios tuvieron una perspectiva muy diferente de la vida, y por supuesto, esto incluye los cristales.
Los cristales son para los pueblos originarios, seres conscientes que experimentan emociones, sienten afinidad o rechazo, se agotan o recuperan.
Son sagrados. En el sentido de que participan del Gran Espíritu como una de sus criaturas queridas.
En mi trabajo y vida cotidiana, he incorporado el modelo del mundo que me enseñaron los pueblos originarios. Esto implica que en mi relación con cristales jamas los "uso" en el sentido que le damos los occidentales al término. Ellos trabajan "conmigo"...si están de acuerdo en hacerlo.
Nuestra relación es de alianza, de asistencia mutua, de compañerismo. Ellos viven en lugares especiales de la casa, alejados del tránsito de personas y de ruidos, con la luminosidad y condiciones de ambiente que los favorecen. Cuando necesito su ayuda, son ellos los que se ofrecen voluntariamente, y nunca los fuerzo a hacer cosas que no quieran. Uno no le hace eso a un amigo, verdad?
Reciben el tratamiento de limpieza energética que los mantenga saludables y felices. Son respetados y honrados por el lugar que ocupan en la historia de la vida sobre la Tierra. Son nuestros ancianos, nuestros maestros, nuestros hermanos mayores.
Hace millones de años que están aquí! ¿Cómo no honrarlos?
Existen muchísimas terapias y disciplinas alternativas que ofrecen técnicas de utilización de cristales. En lo personal, y por una cuestión de coherencia, elijo las que derivan del modelo de los pueblos originarios.
Puedes elegir la técnica que más te guste. Sin embargo, recuerda mis palabras cuando te digo que los cristales pueden leer tu mente, sentir emociones y cansarse. Trátalos como tratarías a un amigo. Medita con ellos. Conéctate a través de tu corazón. Recibirás la experiencia maravillosa del contacto con una forma de conciencia antigua, sabia y amorosa, que solo quiere...lo mismo que tu... ayudar, y que la traten como merece.